jueves, 20 de septiembre de 2012

El apacible encanto.

Los vientres siguen juntos
y todo es armonía
en el conjunto de la tarde que se desliza hacia el otoño.
El misterio que emana de lo cotidiano
dicta el orden que brota de todo lo que existe.
Lo que aquí surge,
el frescor del valle,
el apacible encanto
del acto de contemplar,
es ajeno a cualquier necesidad.

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