Amor

Si al asomarte a la ventana,
lo que se percibe es amor,
bienvenida la lluvia,
bienvenida la altura,
bienvenida la novedad
y el abismo.

Nada se notará diferente entre sí, todo está bellamente ordenado siendo lo que es.

Conocerse

Para conocer lo que somos
es preciso tener valor.
Paciencia.
Determinación.
Confianza.

O no tener más remedio, en medio del Kurushetra.

El camino para salir de la percepción errónea de la mente, pasa por aquietar las fluctuaciones de la materia mental, lo cual se logra con atender sostenidamente a lo que acontece en presente y, lo que es más difícil, por evitar que la mente sugiera el sentido de identificación de la acción que produce la yoidad.

Para un ser humano, eso implica tener que luchar contra si mismo. Es una batalla que no gusta emprender, pues, una vez comenzada, no se puede abandonar.

Hay veces en que la batalla se parece a una enfermedad, sugiere algo así como locura a quienes nos rodean. Y es un tiempo en donde, como le sucede a Arjuna, sólo sacian las vivificantes palabras de Krishna.
Más que nunca, entonces, es preciso permanecer atento, ante la acechante zarpa de la identificación.

Dance apart

En esta nueva ola,
la vida danza
en blanco y negro
mientras,
la música suena en color (pincha para escucharla)
y sigue su curso la historia de sorpresa en sorpresa.

Tanz, tanz, sonst sind wir verloren. (Pina Bausch)

Sistema solar

Así brillando sol, apareces
sin orbitar, sobre las aguas quietas
tu reflejo se mueve con el ojo.

Si  a tocarte me atrevo, chapoteo...
Desapareces estando en todas partes,
agujero de luz, allí me cuelo.

Nada hay que atrapar,
nada que atrape,
todo una superficie y un destello...
existiendo, sabiendo, reflejando.

Sol, haz de luz
un camino a la mirada
que atraviese
el umbral
adonde nada es diferente.

...el alma, ese claro de conciencia sin imagen que establece el Ser  en cada una de las formas animadas -la pequeña semilla de mostaza donde el universo se hace inteligible, y por tanto se manifiesta-, debería morar en su fuente y no en los ríos que de ella fluyen, pues que todos van a dar a la mar como escribió el poeta, y bien sabemos; aunque tendamos a olvidar que el agua que se enturbia al discurrir por los meandos de la mente es la misma que se aclara cuando se aquieta. 
                                                                           Vicente Gallego,  Contra toda creencia.
 

Ensueño oceánico

Hay un lugar sin límites.
La mente no alcanza a conocerlo.

Se parece a un océano, a todos los océanos siendo al mismo tiempo. Pero ninguna representación de ello aportará un ápice de lo vivido a otro.

De paso

Aquí estamos,
de paso.

Sea donde sea que pongas hoy tus pies
date cuenta
y disfruta del paseo.

Los contornos

Para ella no hay contornos y sin embargo,
al desplegarse,
la diferenciación parece suceder.

Para la danza que el alma emprende
en su reconocimiento,
los contornos
son sólo parte del juego,
cambios de ritmo,
abundancia, riqueza expansiva
del armónico encuentro con que todo se diversifica...

Certeza de la mirada

El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas;
es ojo porque te ve.
               Antonio Machado.

La poesía se adelanta.
Los neurocientíficos han descubierto las neuronas espejo que confirman que el mundo en el que se desarrolla nuestra vida es un reflejo de lo que somos y nosotros un reflejo de ese mundo. Un espejo líquido que se deja atravesar...
También se adelantó Plotino... la mente se convierte en aquello que contempla.

Certeza de la mirada.
Fuego que todo lo penetra, en todo se funde y todo lo comprende...
Lo que ves, te está viendo.

Ya amanece

Y ahora,
quédate ahí muy quieto, aunque te muevas.
Olvida el tiempo que crees que ha pasado,
observa el espectáculo de la vida que comienza a ser visible
y escucha los sonidos de los que han despertado del letargo.

La hora del alba,
ya, ya sé que estaba muy oscuro,
quizá duelan aún los ojos de tanta oscuridad,
pero ahora,
date cuenta de cómo se descorren los velos y sencillamente,
contempla que lo que siempre estuvo
que se revela en su majestuosa presencia ante ti.

Después de un rato así, es ese estado de calma, en donde se asiste a todo lo que pasa,
comenzará a suceder que se comprende:
todo lo que sucede ante tus ojos
es tus ojos mismos sin diferencia y la vida se hace en ti plena luz del día.

Aprende a vivir así, para que cuando llegue otra vez la noche
te encuentre atento, siempre presente.

Viene del viento

                                                    (Dibujo de José Castelao, encontrado en el Blog de Pilar Urreta )


Danzar
una luz no más
que viene del viento
en esta mañana blanca de nieve, otra vez, ah, el invierno persistente,
ahora
el trazo y
la música se abren paso
           se mueven
como quieren y
como el viento van
adonde quieren
           y nos llevan en su movimiento
en el de la ondulación
que comprende
                         y se divierte
todo lo integra
       y todo lo disuelve.
Danzar,
        trazar al aire la armonía rítmica
              que auna la belleza    de lo que se ve
y de lo que no se ve.

( ...y mientras La Yegros canta... )

La mirada inundada

Sólo en la mirada inundada de asombro,
la que se parece a la mirada del enamorado...una mirada que en todo ve la fuerza integradora, puede suceder la experiencia no dual.

Para una mirada inundada de yo, es imposible descubrir el mundo. Todo siempre está fragmentado.

Pensar y poder pensar

¿Eres lo que piensas?
Si dices sí, entonces, date cuenta de cómo estás expuesto al vaivén del pensamiento, siempre cambiante.
Identificado con lo que piensas, aparece en cascada todo un mundo irreal que conlleva sufrimiento.

¿Acaso no eres capaz de observar ese cambio y darte cuenta de que en realidad, eres esa capacidad de observarlo y darte cuenta?

Lo que puede pensar no es lo mismo que el pensamiento.
Lo que puede pensar también puede no pensar.
Un pensamiento en cambio, no tiene fin en si mismo...es un círculo vicioso.

Estabilizarse en esa comprensión, aquieta la mente, pues comienza lentamente a desarraigarse la identificación con la ilusión y permite conocer lo que las cosas son.

Esos mundos

Bucear.
El asombro delinea nombres que se escurren ante la mirada.

Observar.
Estando, aparecen seres antiguos, en antiguas formas.

Comprender.
Zambullida profunda en azules y verdes define las certezas.

La mente.
Elige un lenguaje inteligible de imágenes y colores para exaltar al alma.

Allende los mares,
quizá las formas diluyan sus contornos y en los nombres,
las letras estallen como burbujas de aire en el agua, y entonces
ahí, el abismo.

Danza

Esta tarde la danza
mantiene el equilibrio y expande la mirada,

esta tarde la danza
con esa sutileza con que la música embelsa el alma,

esta tarde la danza
recorre recovecos en los que la vida se abre, paso a paso,

esta tarde la danza
cálida en el abrazo y evidencia sincrónica del deleite,

esta tarde la danza
quieta en el corazón la alegría, crece al suceder,

en el origen, sin principio, retazo perenne de infinito
esta tarde, la danza,
juega con lo que sobra
lo deshace en su giro, y luego
se queda quieta.

Alimento

La naturaleza de la comprensión escapa a ser aprehendida por alguien. Ha hundido sus raíces y se alimenta genealógicamente algunas veces, e ilógicamente las más. Existe un momento en que los movimientos confluyen, en que las quietudes se vuelven dinámicas y estallan aquellos territorios, que, explorados tímidamente en ocasiones, se revelan en un estallido sin límite.

Salir del inconsciente

No hay más remedio que hacer
eso se hace, por tanto
ni siquiera hacer, sólo asistir a ello haciéndose...

Darse cuenta de su existencia,
descubrir su guarida,
levantar sus viscosos fragmentos y notar cuando fluyen y comienzan a expresarse:
los colores adquiriendo formas, informan
ordenan y armonizan
lo que desde siempre ha existido.

La quietud da paso a la contemplación de nuevos mundos.

Acuarelas

El regalo de la mirada recobrada
caudal de colores que se derrama
sobre todo
como un río que ha dejado de estar escondido...

Silencio continuo

Lo que somos no se puede nombrar,
es silencio.

Profundidades de silencio.

Todo lo que podemos nombrar es parte de la historia. Y nada de ello puede revelar ni explicar lo que somos. Antes al contrario, encierra el peligro de generar la confusión que separa.

Sólo la experiencia continua del silencio es verdaderamente liberadora.

Un corazón en la nieve

Sale al encuentro,
en el paseo,
un corazón en la nieve.

Cuando venga el deshielo,
su amor
correrá por las venas de la tierra.