miércoles, 4 de septiembre de 2013

Vuelve a empezar

Con la constancia con que cada atardecer sucede
todo
vuelve a empezar.

¿Necesita acaso la tarde que la arropen las nubes?
O el sol, ¿necesita del ojo que lo está mirando para irse yendo horizonte abajo?

Ni las nubes, ni el sol, ni siquiera el ojo se necesitan
y, no obstante, suceden simultáneos.

Así, volver a comenzar parece un juego,
pues nada ha dejado nunca de ser lo que es...

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