jueves, 14 de marzo de 2013

Ya amanece

Y ahora,
quédate ahí muy quieto, aunque te muevas.
Olvida el tiempo que crees que ha pasado,
observa el espectáculo de la vida que comienza a ser visible
y escucha los sonidos de los que han despertado del letargo.

La hora del alba,
ya, ya sé que estaba muy oscuro,
quizá duelan aún los ojos de tanta oscuridad,
pero ahora,
date cuenta de cómo se descorren los velos y sencillamente,
contempla que lo que siempre estuvo
que se revela en su majestuosa presencia ante ti.

Después de un rato así, es ese estado de calma, en donde se asiste a todo lo que pasa,
comenzará a suceder que se comprende:
todo lo que sucede ante tus ojos
es tus ojos mismos sin diferencia y la vida se hace en ti plena luz del día.

Aprende a vivir así, para que cuando llegue otra vez la noche
te encuentre atento, siempre presente.

No hay comentarios: