domingo, 22 de julio de 2012

Metafísica de la sintaxis







Imaginar que en el análisis sintáctico se encuentra la belleza
del sujeto, determinado;
del predicado, con todas sus distintas partes;
del verbo,
complementado directamente e indirectamente.
Simultáneamente: el sol brilla sobre el mar,
la sal alimenta ese picor en la piel,
la brisa, ah, la brisa fresa que acaricia el paseo...
Y sí, ese sujeto, agarrado al oficio de recordarle al complemento indirecto
aquella parte de la lingüística (complemento directo)
tan amada como olvidada,
mientras, se divierte observándose y se confunde todo mientras recuerda y aprende y cambia el verbo sin que nada cambie, mientras todo sigue siendo simultáneamente indivisible.






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