domingo, 3 de junio de 2012

Fluye todo























Fluye todo
en la naturaleza quieta:
las olas de un árbol,
los trigos que corren ondulantes
cual si mil galgos navegaran ocultos entre sus espigas;
las miradas, las brisas, los silencios
que el mundo tiene doquiera sea
donde se pose
aquello que conoce,

madera, tierra, vapor,

hablan,
susurran,
informan a su modo
la constante melodía que se precipita al fondo de la pupila como eco.

Júbilo inmenso y quieto, claridades con que la hierba crece y se nos muestra
dibujos de Leonardo
que nunca vi y de los que me has hablado, siempre que paseamos por las lomas.

Claridad y alegría, dices, donde conciencia toma bríos nuevos
al mismo tiempo que lo hace también
todo lo otro de lo que
nos habla la conciencia social, no tan alegre en estos días.

La permanente fuerza de la vida quieta y furiosamente móvil.
Los árboles nos hablan de amor en oleadas de pincel  maestro.




2 comentarios:

Marta dijo...

Hormiguita atenta capaz de destilar poesía en todas partes....

atención dijo...

...qué buen sendero...