Tú eres lo que no cambia.
Así el vaivén de la vida lleve o traiga, nada interrumpe el constante fluir
en ese río.
La extrañeza que provoca la ausencia de estados fluctuantes se disipa en la comprensión de ser fluyendo, que es extrañamente estable.
Ríos y ríos atraviesan todo en ello comprendiéndose,
lágrimas
que manan por sí mismas cuando se sabe.
Lo que no cambia todo lo cambia.
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