Espiral en el cuenco de la mano,
pequeñísimo rastro de mar.
Atrapa
conecta
sabe;
aliento del vivir
unida a quieta y silenciosa danza
que ahora se contempla consciente.
Caracola en las lineas de la mano,
encrucijada, destino y piel.
De lo aprendido,
la edad traza muescas vivas
en indescifrable alfabeto que espera ser leído
una y mil veces en espirales
incandescentes.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario